A veces
uno tiene que perderse para volver a encontrarse. El Bitácora está en un punto
de inflexión.
Hay
muchos proyectos en mente y me gustaría que volvieran a poder ser plasmados en
el Bitácora.
Pero
ahora es un momento de oscuridad, hay que regresar a la Materia Primigenia,
volver a enfocar los pasos para ser capaz de seguir dejando huellas, aquí o en
otra parte, pero este es momento de reconstruirse.
Por el
momento no se que voy a hacer con el Bitácora, puede que no podáis entrar porque está en
obras, otra posibilidad es migrar a otra plataforma o cerrar y volver en otra
forma, en otro concepto, reinventada.
Adelantaros
que existen dos proyectos, uno tiene relación con la fotografía, mis fotografías
personales y mis textos, el segundo es un fascinante proyecto musical. Ojala
todo pueda seguir adelante.
Como os
decía en una de las entradas La Perfección del Caos: todo caos busca ser
ordenado.
Gracias
a mis amigos por su apoyo, por creer en mí, os quiero.
Gracias
a todos esos desconocidos que alguna vez entrasteis por casualidad, si algo os
gustó, una imagen, un texto, eso me motiva.
Gracias
a mis semiconocidos que venís de otras redes, cuando nos cruzamos por
casualidad y compartimos esas imágenes en Pinterest, es hermoso encontrar una
imagen que te impacta y ver como vuela
de un lado a otro y se comparte entre gente, en distintos idiomas, desde diferentes
países pero sabiendo que existe un mismo sentir.
Espero
que podamos volver a encontrarnos, voy a regresar a mi Materia Primigenia.
Y como
despedida siempre la música…