Últimamente
me dedico a robar sueños. Primero selecciono los sueños robados y luego
construyo el que quiero que sueñes pues no son unos sueños cualquiera, son
sueños para que sueñes conmigo.
Tienen
que tener música porque tú y yo nos movemos siguiendo el ritmo de nuestras
pelvis, así que debe de sonar una melodía.
En los
sueños que robo hay labios que los dientes aprietan aguantando gemidos.
Los
busco que tengan tranquilidad porque cuando estás dentro de mí hay una paz que
todo lo invade.
Me
llevo sueños de miradas pues nuestros ojos van cambiando a cada instante y
expresan muchos tipos de emociones así que me llevo los de miradas cómplices, carnales
pero tiernas, devotas, entrañables,
lúbricas y amorosas, lascivas, de pasión
y lujuria, y con todo hago un batiburrillo
visual que revela lo que somos.
Y me
falta un aroma, pondré el que nace de nuestros cuerpos juntos, ese aroma que
solo tú y yo sabemos.
Con
todos los sueños sustraídos elaboro un sueño perfecto en el que cumplo tus
deseos que son los míos.
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