"Construiré una fuerza en la que me refugiaré para siempre" .
(Simone de Beauvoir)

29 de mayo de 2015

18 años sin Jeff Buckley, su legado eterno.


Decía que sus influencias eran "el amor, la cólera, la depresión, la alegría y los sueños".

Uno de los músicos que más me ha Marcado.




Menphis, 29 de mayo de 1997 se pierde en las aguas del río wolf, afluente del Mississippi ... nace el mito.
Si queréis leer sobre él Jeff Buckley (pincha here)

18 de mayo de 2015

La Divina: Sarah Bernhardt

Sarah Bernhardt
 
(París, 23 de octubre de 1844 – París, 26 de marzo de 1923),
 actriz de teatro y cine francesa.

Me gustan las mujeres independientes con ese punto extravagante, mujeres que intentan seguir su camino a pesar de las dificultades.

Conocí a Sarah Bernhardt gracias a los carteles de Alphonse Mucha, un artista al que siempre he admirado.

Poco a poco me fui introduciendo en el mundo de aquella fascinante mujer, primero las ilustraciones y carteles que anunciaban sus obras, luego buscando información sobre su vida, viendo los videos que se conservan de sus actuaciones, todo aquello me revelo a “La Divina Sarah”.

Una figura que te atrapa, una mirada penetrante, una presencia imponente, así poco a poco fui descubriendo también una vida intensa.

Sarah se crió en un ambiente de cortesanas, su madre y su tía ejercían la prostitución de lujo, quisieron incluirla en el negocio familiar pero “La Divina” tenía claro su objetivo.

La mayor parte de su infancia transcurre en un convento hasta que a los 15 años ingresa en el Conservatorio de arte escénico de París.
Obtiene la ayuda para a salir de aquel ambiente gracias a que el Duque de Mornay velase  por sus estudios pues decían que ese podría ser el “desconocido” padre de la actriz.
Aún así en algunos momentos Sarah tuvo que ejercer de cortesana cuando las cosas no le marcharon demasiado bien.

A los 22 años estuvo a punto de abandonar el teatro por amor pues queda embarazada del Príncipe Henri Ligne, la familia se opone a la relación y la boda nunca llega a celebrarse. De esta unión nace Maurice, el único hijo de Sarah.

Debuta en el Teatro Odeón (1867), donde obtiene su primer éxito con la obra “Le Passant”
En 1872 comienza a interpretar obras de V. Landon escritas para ella: “Fedora”, “Cleopatra”, “Teodora”. Actuó en 125 obras de teatro y alguno de  sus mayores éxitos fue La Dama de las Camelias de Alexandre Dumas, obra que llegó a representar en los escenarios de todo el mundo.


Théâtre de la Renaissance














Sarah Bernhardt quiere ser libre para poder elegir sus papeles y entre 1893 y 1899 toma las riendas del Théâtre de la Renaissance.


Bernhardt ofrece a Mucha un contrato de exclusividad por seis años. Los carteles realizados para ella contribuyeron a difundir la fama de la actriz más allá de las fronteras de Francia.

Hasta 1901, Alphonse Mucha no solo fue responsable  de los carteles publicitarios, sino también de las escenografías y los vestuarios.




A pesar de su fama de diva por su carácter excéntrico y caprichoso Bernhardt trabajó en infinidad de proyectos demostrando su gran profesionalidad.

La actriz tenía un estilo para actuar que se basaba en la naturalidad, detestaba las viejas normas del teatro francés donde los actores declamaban histriónicamente y hacían gestos sobreactuados. 
Penetraba en la psicología de los personajes, estudiaba cada gesto y cada entonación del texto, ansiaba la perfección natural sin que se notara ningún tipo de artificio.

Destaca en su arte que representando siempre a grandes heroínas de tragedias o reinas siempre huyó de la sobreactuación y de la afectación. 



También encarnó papeles masculinos llegando a ser la primera actriz que en diferentes ocasiones representó tanto el papel de Hamlet como el de Ofelia.


Son famosas sus escenas de muerte en las que en vez de según sus propias palabras, “ofrecer toda una retahíla de patologías” (tales como estertores, toses, gemidos agónicos) ella profundizaba en el acto de morir desde el punto de vista psicológico y sentimental.


Odiada y amada, aclamada y adorada posó para artistas, su nombre está unido al de grandes nombres y celebridades de la época.

En la época en que necesitó dinero, posó desnuda para el fotógrafo Nadar, al que le unía una gran amistad, posteriormente cuando ya era una estrella siguió posando para el hijo de Nadar, devolviendo el favor de cuando ella era desconocida.

Mark Twain dijo que había cinco clases de actrices: “las buenas, las malas, las regulares, las grandes actrices y… Sarah Bernhardt”.

Oscar Wilde  escribió  Salomé para que ella la interpretara, dicen que le rogó que lo hiciera en el puerto de Londres con un ramo de flores en una mano y el libreto en la otra.

Sigmund Freud dicen que la vio actuar en “Theodora” y sucumbió a sus encantos, desde entonces la foto de Sarah recibía a sus pacientes en su consulta.

Tiene una vida sentimental intensa en la que se le atribuyen nombres como Gustave Doré, Víctor Hugo, Jean Mounet-Sully, Gabriel D’ Annunzio, Eduardo el príncipe de Gales entre otros.



Se casa con Jacques Arístides Damala, un matrimonio tempestuoso que dura un año. Damala era un oficial griego al que ella intenta en vano convertir en actor. 
Finalmente lo entierra en Atenas debido a complicaciones debido a su adicción a la morfina.
Sarah decora su  tumba con un busto tallado por ella misma ya que era aficionada a la escultura.

La Divina amó la interpretación por encima de todo y siguió aceptando papeles incluso cuando tuvieron que amputarle una pierna debido a una lesión que arrastraba desde que era niña, actuaba sentada aguantando insoportables dolores.

UNICA, EXTRAVAGANTE, adoraba a los animales y en ocasiones viajaba acompañada por algunos de ellos, un sequito de perros, pájaros, tortugas etc..En diferentes épocas de su vida llegó a tener además un león, un tigre, loros e incluso un mono y hasta un cocodrilo.

Otra de las muchas historias que se cuentan sobre las excentricidades de la actriz es la existencia de un ataúd de palisandro forrado de raso violeta. Dicen que le gustaba fotografiarse dentro de él y  llenarlo de las cartas de sus admiradores.

El 23 de marzo de 1923 fallece en brazos de su hijo Maurice. A Su multitudinario entierro acuden a despedirla 150.000 franceses.  Fue enterrada en el cementerio parisino del Pére-Lachaise.

Es tan intensa su vida, tantas historias por contar, tantas cosas que dijeron de ella admiradores anónimos y  celebridades  que no podríamos parar de escribir sobre “La Divina Sarah”.

5 de mayo de 2015

GABINETES DE CURIOSIDADES


Los Gabinetes de curiosidades exponían multitud de objetos raros o extraños. Se coleccionaban piezas que representaban a los reinos de la naturaleza tal y como se entendían en la época, además de realizaciones humanas como instrumentos técnicamente avanzados.

En algunos casos estas colecciones podían incluir cuadros, pinturas, grabados, piezas arqueológicas, aparatos quirúrgicos, animales disecados etc.


Los gabinetes solían organizarse en cuatro categorías: Naturalia (criaturas y objetos naturales), Exótica (plantas y animales exóticos, Scientifica (instrumentos científicos) y Artificialia (Antigüedades, obras de arte y otros objetos creados por la mano del hombre). Las colecciones de Naturalia, a su vez se dividían en función de los tres reinos que consideraban entonces: Animalia, Vegetalia y Mineralia.



Algunos hallazgos procedían de las nuevas exploraciones y descubrimientos del siglo XVI y XVII.

Se editaron catálogos con ilustraciones que permitieron a los científicos de la época  el acceso a fósiles, conchas e insectos que facilitaron el estudio de ciertas disciplinas.

Tuvieron gran importancia en los avances de la ciencia moderna aunque también reflejaban creencias populares de la época. 
Se podían encontrar supuestos esqueletos de sirenas y otros seres míticos, sangre de dragón, seres con malformaciones, objetos relacionados con el ocultismo y la alquimia.



 No solo los científicos sino también el gran público disfrutaba visitando estas exposiciones atestadas de rarezas y objetos singulares.



También llamados Los cuartos de Maravillas, son los antecesores directos de los museos de la actualidad. En el siglo XVIII y XIX fueron desapareciendo y las piezas se fueron reubicando en Museos de arte y Ciencias Naturales.